Casa situada en el barrio viejo de L’Escala, en la calle de la Torre, 35, cerca de la playa del antiguo puerto. Es una de las pocas casas que todavía mantiene la típica estructura de casa de pescadores, sin ninguna intervención desde la segunda mitad del siglo XX, y la única que se puede visitar. Fue edificada en el siglo XVII por los Callol, familia de pescadores y coraleros. Consta de dos habitaciones en la parte de abajo, separadas por la caja de la escalera. En una se conservan los fogones de carbón, la chimenea y el horno, del siglo xviii; en la otra se encuentra la cocina, de principios del XX y la despensa, que comunicaba con un antiguo patio y granero que daba a la calle de Sant Pere. En el piso de arriba hay tres habitaciones, una de las cuales es una alcoba. La casa se ha convertido en el Museo de la Anchoa y de la Sal, con objetos donados de muchos hogares escalenses para poder explicar cómo era la vida cotidiana durante los siglos XVII, XVIII, XIX y hasta la llegada del turismo.