La gradual industrialización del oficio producirá la necesidad de tener grandes existencias de tierra para asegurar el abastecimiento. La aparición de la coladora permitirá acelerar esta fase del proceso. Su introducción, junto con la galletera y otras máquinas complementarias (laminadoras, cortadoras manuales), facilitará poder fabricar a escala industrial tanto el ladrillo mate para pavimentar como el ladrillo vidriado de revestimiento. La expansión de la producción supondrá una mayor especialización productiva y la aparición de las primeras industrias auxiliares, al mismo tiempo que la existencia del ferrocarril facilitará el transporte de mercancías.