En esta segunda sala también se clasifica la alfarería de La Galera en función de los ámbitos de uso: doméstico, agrícola, ganadero, para el agua, para la construcción, para las plantas y decorativo. La exposición repasa las diferentes utilidades de la alfarería. Se pone de manifiesto, así, su presencia en todos los aspectos de la vida cotidiana hasta la década de 1960, cuando entra en desuso por la aparición de nuevos materiales como el plástico, del agua corriente y de la nevera. Ya no es necesario ir a por agua a la fuente y meterla en el botijo para que se mantenga fresca, de modo que la alfarería pierde utilidad. Se empieza a convertir en algo muy atractivo para los coleccionistas o pasa a tener una función ornamental. Al final se exponen una serie de piezas de alfarería de La Galera que han perdido su función inicial. Son originales y atractivas, y la sociedad las adquiere como decoración y para su colección, no para darles un uso, como antaño.
El último espacio está dedicado a la Feria de la Alfarería de La Galera, que se celebra el 1 de mayo y que, al igual que Terracota, tiene su origen en el importantísimo legado alfarero de La Galera, que es necesario dignificar.