A finales del siglo XII se construyó una nueva nave románica en la iglesia parroquial de Sant Pere, que fue añadida al ábside trilobulado del antiguo templo episcopal.
Presenta una cruz latina cubierta con bóveda de cañón. De esta fase románica destaca la decoración de la cornisa, en la que podemos identificar algunos animales, temas vegetales y unos grotescos personajes.