Las pinturas de Sant Miquel presentan una decoración pictórica en dos registros. El superior acoge la representación de una teofanía, es decir, la imagen de Cristo en majestad y entronizado dentro de una mandorla sostenida por ángeles. En el nimbo de Cristo se puede leer la inscripción “Emmanuel”, que quiere decir Dios con nosotros, y que subraya su doble naturaleza, humana y divina. Cabe pensar que el título Emmanuel fue utilizado para combatir las herejías que negaban la doble naturaleza de Cristo, como el arrianismo, que se extendió por la península ibérica en el siglo VI.
El registro inferior de las pinturas acoge la representación de los doce apóstoles que realizan una genuflexión y se llevan la mano a la boca. Los apóstoles cantan ante la revelación de la teofanía del ábside.