Con el fin de resguardarse de las crecidas del lago, algunas cabañas de La Draga se elevaban del suelo mediante pilares de madera, que aún se encuentran en las excavaciones. La visita al Parque Neolítico ofrece la posibilidad de entrar en la reproducción de una de estas casas sobre plataforma y hacer un viaje en el tiempo. Cerámicas, pieles, utensilios de madera y cestas ocupan el interior de la construcción, de planta rectangular y con una cubierta vegetal. El hallazgo en el yacimiento de varios bucráneos de buey, un animal muy apreciado por los neolíticos por su fuerza de trabajo, hace pensar a los arqueólogos que seguramente se empleaban como adorno de algunas cabañas.