Caracterizan la sala la colección de cruces procesionales y la custodia que preside la sala, obra de Francesc Artau y datada a mediados del siglo xv. Cabe destacar que estas piezas todavía cumplen sus funciones litúrgicas y, por tanto, presiden celebraciones, procesiones y otros actos religiosos. Cumplen, así, su función primera y, además, exponiéndose, cumplen una segunda función: la cultural.
Destacan otras piezas como el retablo renacentista de santa Helena o la escultura gótica de san Carlomagno.