Retrato del emperador Lucio Vero (161-169) corregente de Marco Aurelio. Se trata de una imagen oficial del emperador que se difundió por todo el Imperio, partiendo de un prototipo creado en Roma por un escultor oficial y realizado, probablemente, en un taller local.
El rostro, aunque evidentemente presenta los rasgos inconfundibles del emperador, responde al mismo tiempo al estereotipo de ideal de belleza del momento. Fue recuperado en las excavaciones del llamado “pozo Cartanyà”, en el área de influencia del Foro de la Colonia de Tárraco.