Muñeca de marfil, con los brazos y piernas articulados, hallada en el interior del sarcófago de una niña en la Necrópolis Paleocristiana de Tarragona.
Formaría parte del ajuar funerario de una niña fallecida a la edad de cinco o seis años. Se conocen otros ejemplares de muñecas articuladas romanas realizadas con materiales diversos (hueso, marfil y, sobre todo, cerámica). Los restos de hilo de oro hallados junto a la pieza confirman que estas muñecas estaban ataviadas con vestidos que imitaban la ropa de los niños y de los adultos.
Se trata de una de las piezas más emblemáticas de la arqueología tarraconense.