En España —la España no catalana—, las inquietudes del vanguardismo costaron más de arraigar que en Cataluña. Sin embargo, aparecieron figuras que demostraban una voluntad de innovación, que, si bien no siempre coincidía con la de las escuelas hegemónicas de París, no dejaba de romper con el academicismo vigente o el modernismo ya asimilado.
El madrileño Juan Gris se dedicó a una ilustración de prensa parecida a la de los artistas comentados en el apartado de la sátira. No obstante, una vez afincado en París se convertiría en uno de los líderes mundiales del cubismo. También hay que mencionar a Celso Lagar, Pancho Cossío, Benjamín Palencia, Ángel Ferrant, Óscar Domínguez, Manuel Viola, Rafael Zabaleta y el pintor aragonés Antonio Saura.