El novecentismo es el nombre que el joven y ambicioso ensayista Eugeni d’Ors se inventó para denominar a un todavía inconcreto nuevo movimiento cultural catalán, que evidentemente tenía también su vertiente en las artes plásticas.
Al principio, D’Ors denominaba novecentistas a todos aquellos que representaban su forma de ver el arte del nuevo siglo, el recién estrenado novecientos. No obstante, pronto el concreto llamamiento de Joaquim Torres Garcia para que los nuevos artistas catalanes mirasen hacia el Mediterráneo en lugar de reflejarse en la Europa del Norte, y la muerte en 1911 del líder de la nueva pintura, Isidre Nonell —cuyo arte no tenía mucho de mediterráneo—, orientaron definitivamente el novecentismo hacia una búsqueda de las raíces griegas, latinas y renacentistas italianas, recreadas no obstante con un estilo distinto, no calcado de lo clásico.