El Museo conserva una importante colección de piezas arqueológicas desde el neolítico y especialmente de la época romana, fruto de las excavaciones llevadas a cabo en la rica villa romana de Cal Ros de les Cabres.
La comarca del Maresme, por sus características climáticas, geográficas, naturales y estratégicas, fue un espacio habitado desde el neolítico, aunque no se puede hablar de una ocupación real del territorio hasta la aparición de los íberos, que se instalaron en poblados sobre las colinas de la Cordillera Litoral.
El año 218 a. C., se inició la conquista romana y las tierras de la península ibérica pasaron a depender del Imperio romano. El Maresme, y también toda Layetania, tuvo un papel muy importante en el comercio marítimo de la época y se especializó en la producción y la exportación de vino.