Entre los años 1927 y 1930, los fabricantes de encaje de Arenys de Mar Marià y Joaquim Castells diseñaron y confeccionaron los encajes de bolillo para el mantel de altar, el alba y el roquete de la Capilla de San Jorge del Palacio de la Diputación Provincial de Barcelona, hoy Palacio de la Generalitat.
Estas tres obras del arte decorativo, que se incluyen en el contexto de las grandes reformas realizadas en el Barrio Gótico de Barcelona, son la última gran creación de los encajes artesanos en Cataluña, sin duda una joya de la producción textil del país. Los cambios en la moda, la incorporación de la mujer a las fábricas y la dura competencia del encaje mecánico, entre otros factores, provocarán, a partir de los años treinta del siglo XX, la decadencia de esta artesanía centenaria. Además de los trabajos de encaje, depositados por la Generalitat de Cataluña, el Museo de Arenys de Mar conserva los proyectos, las matrices y los patrones que nos permiten entender todo el proceso de realización, desde el dibujo inicial a la obra final.
El mantel de altar
A principios de 1927, los hermanos Castells recibieron el encargo del mantel para el altar de la capilla. De los tres diseños ideados por Marià, reconocido proyectista de encajes, Josep M. Milà i Camps –presidente de la Diputación de Barcelona– escoge la reinterpretación del motivo denominado de “la granada”, muy utilizado en los tejidos suntuarios tardogóticos y renacentistas.
Durante diez meses, las mejores encajeras de Arenys de Munt confeccionaron con finísimo lino alemán de la mejor calidad estos seis metros de encajes, que se presentaron la festividad de San Jorge de 1928. La técnica utilizada, como no podía ser otra, fue el ret fí, tradicional técnica de encaje fino que se realiza en la comarca del Maresme desde el siglo XVIII.
El alba y el roquete
El alba de la Capilla de San Jorge, con unos encajes de tres metros de vuelo por ochenta centímetros de ancho, fue confeccionada entre mayo de 1928 y principios del año siguiente. En este nuevo proyecto, Marià aprovecha el diseño del mantel de altar desarrollándolo en la zona superior e inferior con unos elegantes y estilizados motivos florales y vegetales. En los puños, despliega motivos similares pero simplificados. Elogiada por el rey Alfonso XIII, fue utilizada por primera vez por el prior de la capilla el día de San Jorge de 1929.
El roquete, encargo del reverendo Antoni Berenguer, se entregó la fiesta del patrón de Cataluña de 1930. Para esta pieza, Marià Castells creó un nuevo diseño, de tipo floral, más convencional que el del mantel de altar y el alba.