Esta jarra presenta una de las formas más características de la cerámica hecha con torno del período íbero antiguo. También lo es la decoración pintada en la superficie exterior a base de cintas e filetes rojos. Al lado, cortada a bisel, encajaba perfectamente una tapadera. Ambas partes quedaban fijadas gracias a las lengüetas u «orejitas» perforadas que permitían hacer pasar un cordel.