Se trata de una de las dos grandes tumbas monumentales (mausolea) situadas delante de la fachada occidental de la basílica. De planta cuadrangular de unos 6,5 m de lado, de la cámara principal conserva solo el pavimento en opus signinum.
Se ha conservado íntegramente la cripta funeraria cubierta con bóveda de arista a la que se accedía desde el exterior mediante una escalera conectada con una puerta abierta en uno de los muros. En los otros muros se disponen tres arcosolios (tumbas en forma de bóveda) con los correspondientes sepulcros. Todo el interior estaba estucado y se conservan interesantes grafitos con temáticas diferentes.