Las obras de Capdella cuentan, en algunos momentos, con 4.000 trabajadores, y además, implican el transporte de miles de toneladas de material y maquinaria de la central.
Antes de instalar la vía de transporte hacia los lagos, hacía falta abrir una carretera de 40 kilómetros desde el sur de la comarca hasta el lugar donde se construiría de la central. Esta carretera saldrá de las manos de los trabajadores de la empresa con las herramientas manuales de la época —picos, palas y angarillas — en únicamente 90 días.
Se usan cuatro medios de transporte. El primero, el tren Renard para llevar por la carretera el material más pesado. Este tipo de tren circula por carreteras sin asfaltar y tiene la particularidad que la fuerza de la locomotora se transmite también a los vagones a través de una transmisión con eje Cardan.
El segundo, el funicular, con una pendiente de más del 80%, tiene una vía de dos kilómetros que enlaza con el tren de vía estrecha.
El tercero, el tren de vía estrecha, con un recorrido de cinco kilómetros hasta el primer lago.
Y el cuarto y último, las vías de las vagonetas que se colocan sobre el hielo en invierno cuando está todo helado y cruzan el lago por el medio. En verano el lago se atraviesa con un cable aéreo.