Este busto relicario, junto con el de santa Úrsula, provienen del tesoro de la colegiata de Sant Vicenç de Cardona. Aquí eran venerados en la cripta denominada Confessio o Capilla de las Reliquias, desde donde fueron trasladados a la catedral de Solsona.
El busto de san Sebastián, que contiene fragmentos de un cráneo y otras reliquias, es una de las obras maestras de la platería renacentista barcelonesa de principios del siglo XVI, posiblemente obra de Pere Joan Palau.
En su interior conservaba una bolsa relicario de origen musulmán, de seda y oro, del siglo XIV, expuesta en la actualidad en la sala gótica del museo.