Se trata de una pieza de cerámica de la época romana que apareció en las excavaciones arqueológicas de la necrópolis de Haro de Garòs. Este ejemplar de cerámica barnizada de color anaranjado, con elementos circulares y medias lunas, invita a pensar en la realización de rituales funerarios, como pueden ser las libaciones: ceremonias celebradas por los parientes y amigos del difunto en las que se disponían, sobre la tumba, alimentos y líquidos, que se vertían, a modo de participación simbólica de la presencia del difunto.