A causa de su situación geoestratégica, el Valle de Arán ha sufrido numerosos intentos de invasión y anexión. Para poder hacer frente a estas invasiones y garantizar la defensa del territorio, el Arán se dotó de una importante red de fortificaciones, de las cuales hoy solamente quedan las ruinas.
Desde finales del siglo XII, los castillos de Les, Bossòst y Sentèths defendían la entrada por el norte. En 1283 los franceses construyeron la destacada ciudadela de Castèth Leon, en la población de Es Bòrdes, que hasta principios del siglo XVIII sería la defensa militar más importante de Arán.
Otras obras de fortificación en diferentes partes del valle se documentan entre los siglos XIV y XVI. Son también notables los castillos o las iglesias fortificadas de Vielha, Salardú, Arties y Vilac, con sus recintos amurallados, y sus torres de defensa a lo largo de todo su perímetro, de los cuales hoy día no queda casi nada. También se puede observar la fortificación de las casas de las familias más prósperas de la comarca, que estaban dotadas de aspilleras y torres de defensa.