El sector metalúrgico catalán nace estrechamente ligado a la industrialización textil. Muchas de las empresas mecánicas más importantes del siglo XX, habían nacido como talleres de reparación y construcción de elementos para el textil. Una maquinaria que era adquirida, durante los primeros años de la industrialización, en el extranjero.
Josep Sanglas y Josep Serra son el mejor exponente de esta íntima relación. Un algodonero y un mecánico que acaban construyendo continuas de hilar y creando la que fue, hasta los años sesenta del siglo XX, la primera empresa de maquinaria textil catalana.