El trabajo manufacturero cuenta en Cataluña con una larga tradición. La lana, el lino o el cáñamo se manipulaban desde antiguo como productos textiles básicos. Al trabajo de los gremios en las villas y ciudades, se añade, a lo largo del siglo XVIII, una importante actividad doméstica rural en el interior del Principado, como en Osona, controlada por pelaires y comerciantes.