Los jardines, diseñados al estilo de los antiguos jardines del Renacimiento italiano, fueron realizados por Nicolau Rubió i Tudurí a los 28 años, cuando todavía estaba en plena efervescencia la admiración por su maestro en el arte de la jardinería: Forestier.
Está formado por terrazas que se superponen, caminos que se entrecruzan, rampas y escaleras que forman el trazado del jardín. Destaca una colección de estatuas de mármol de estilo neoclásico y las Sirenas, de la escultora Maria Llimona.