Sacar provecho al viento
Madera, cordaje, clavos, telas y poca cosa más se transforman en artefactos mecánicos simples, trabajados por el esfuerzo del hombre y sus herramientas. Máquinas capaces de surcar las aguas del mar aprovechando la fuerza del viento, que tensa la vela latina, la vela del mar Mediterráneo.
El cabotaje, el comercio de nuestro mar
El cabotaje es la navegación comercial de puerto a puerto que resigue la costa, evitando adentrarse en mar abierto. Es un tipo de navegación muy característica del Mediterráneo. La navegación de cabotaje de Lloret –y por extensión, de gran parte de la costa catalana– fue la auténtica circulación sanguínea que, tiempo atrás, mantenía viva la economía marítima del país. Las naves que partían de Lloret llegaban a los principales puertos catalanes y valencianos, y también al puerto de Cádiz, desde donde partían los grandes veleros hacia las Américas. De la navegación de cabotaje lloretense se tienen noticias desde el siglo XIV, pero fue en la segunda mitad del siglo XVIII y a lo largo del siglo XIX cuando tomó más desarrollo.
Las vivencias de un viaje: de Lloret a Cádiz
Bravura, oficio, valentía, viento y una sencilla nave de cabotaje eran los ingredientes básicos necesarios para los navegantes lloretenses de los siglos xviii y xix, que emprendían viaje hacia los puertos de pueblos y ciudades del litoral. Cargaban materiales y productos propios de un lugar para transportarlos hacia otro, donde zarparían con nueva carga.