A partir de 1950, y principalmente entre 1960 y 1990, los avances de la ciencia y de la técnica, la exploración del espacio por parte de los Estados Unidos y la Unión Soviética, así como la apuesta de la industria audiovisual (cine, televisión y cómic) por el género de ciencia ficción, hicieron que la industria del juguete reflejara todo ese mundo. Astronautas, robots, platos voladores, aeronaves... cautivaban la atención de los niños en un juego de aventura y fantasía. Este robot, hecho de plástico y fabricado por Lemssa en 1965, es un buen ejemplo.