La procesión, fabricada en estaño por el fundidor y grabador alemán Ernst Heinrichsen, data de 1880. Su empresa fue una de las principales especializadas en este sector entre 1839 y 1945.
La expansión del juguete de plomo y estaño se produjo en los siglos XVIII y XIX. El metal se fundía en unos moldes, normalmente de piedra negra, que les confería la forma plana o el volumen en función de la profundidad del grabado del molde.
A parte de los soldaditos de plomo, los fundidores fabricaron una amplia gama de mobiliario, vehículos y escenas, que representaban aspectos cotidianos y culturales de muchos pueblos.