Los depósitos de agua o aguadas, todavía visibles en muchas estaciones, eran un elemento imprescindible para la explotación ferroviaria del pasado. Se situaban en los depósitos de locomotoras y estaciones estratégicas para suministrar agua a las máquinas de vapor. Se abastecían del agua de la central y, una vez en la aguada, proporcionaban la presión necesaria para elevarla, por su propio caudal o por medio de bombas. Se podían construir metálicos o de otros materiales, como el cemento. Los depósitos de Vilanova se construyeron de acuerdo con el resto de instalaciones. El primero y el tercero son metálicos sobre pilares de forja. El segundo, también almacén, de hormigón con cubeta metálica. Este depósito, en el que se encontraba el sistema de desmineralización del agua y que en su momento proveía de vapor a las locomotoras, hoy ofrece una exposición que explica la epopeya de la llegada y el papel destacado del ferrocarril en Vilanova i la Geltrú. Este curioso espacio octogonal fue bautizado como Espacio Gumà para conmemorar el 125 aniversario de la llegada del ferrocarril a Vilanova. En él se describe la historia del ferrocarril en la ciudad, a través de un gran cronograma ilustrado.