El puente giratorio de Móra la Nova (1923) fue, en su época, uno de los más grandes de la península (hacía 23 metros de longitud). Su función permitía dar la vuelta a las antiguas máquinas de vapor y colocarlas en las diferentes vías. Fue desmantelado en 1983 y actualmente ha sido reconstruido con un puente proveniente de Granada (concretamente de la estación Puente Genil de Córdoba). Debidamente restaurado y situado en su emplazamiento original, se trata de uno de los dos únicos puentes giratorios que se encuentran operativos en Cataluña y forma parte de los espacios visitables que ofrece el Museo del Ferrocarril de Móra la Nova.