El 10 de enero de 1926 muchas personas se vistieron con sus mejores galas para asistir, en Sitges, al homenaje a Santiago Rusiñol impulsado por intelectuales catalanes.
El acto central y más multitudinario del programa se llevó a cabo al pie del monumento a El Greco.
Otro de los obsequios recibidos por Rusiñol durante la jornada fue este espléndido dibujo al carbón de Ramon Casas. La venerable imagen de su amigo que nos ofrece Casas contrasta mucho con un par de retratos de Rusiñol que también se encuentran en esta estancia realizados muchos años antes, cuando el artista aún era joven y tenía un montón de proyectos por delante.