Este conjunto pictórico de tres calles y predela está dedicado a la Virgen, San Juan Baptista y San Pedro, imágenes que presiden el compartimento central. Tres composiciones dedicadas a la vida del Baptista (nacimiento, bautismo de Cristo, y su muerte, vinculada a Herodes) y tres más a la vida del príncipe de los apóstoles (vocación de San Pedro, resurrección de Tabita y su crucifixión).
Este retablo forma parte de las obras que definen el grupo de Guillem Ferrer y se puede datar de finales del siglo XIV.