A finales del siglo XIX, el higienismo entra en el discurso urbanístico de la ciudad de Tortosa, y se construye un matadero adaptado a las nuevas normativas sanitarias. El edificio está estructurado en edificios independientes separados por calles y patios abiertos para facilitar la ventilación. Siguiendo el orden de las diferentes actividades que se desarrollaban, y separando los distintos tipos de animales, encontramos una sucesión de naves (corral, sacrificio, aireo). Esta secuencia funcional eliminaba, a la vez, el cruce de circulaciones.
La edificación, proyectada por Pau Monguió i Segura en el año 1905, se encuadra estilísticamente en el primer Modernismo, con influencias árabes en el uso del ladrillo visto y la aplicación decorativa de la cerámica vidriada.
Pau Monguió i Segura (Tarragona, 1865 - Barcelona, 1956) se licenció en arquitectura en 1889 en la Escuela de Arquitectura de Barcelona, donde fue alumno de Lluís Domènech i Montaner. En 1890, tomó posesión del cargo de arquitecto municipal de Tarragona. Posteriormente, se trasladó a Terol, donde ejerció de técnico municipal y, también, provincial. Intercaló las estancias profesionales en Terol con el papel de arquitecto municipal de Tortosa.