En Cataluña, el vitral se recupera en el período modernista tomando como referente el vitral de la época medieval.
Con el Modernismo, el vitral tiene un papel protagonista en el ámbito doméstico, hecho insólito hasta aquel momento.
Este vitral, firmado por los hermanos Mauméjean, lo encontramos situado en el acristalado, el espacio contiguo al salón que da directamente al patio. En él se pueden ver representados elementos naturalistas con contornos sinuosos y ondulantes, guirnaldas con frutas y elementos florales.
Su máximo esplendor se consigue con la luz directa procedente del patio que, filtrada por los cristales, se transforma en colores.