La forma de mueble de tabla de pared toma su nombre de la ubicación que ocupa en las salas y en los salones de los palacios y de las viviendas acomodadas. Son piezas, como su nombre indica, concebidas para ir arrimadas a la pared, con una finalidad meramente decorativa o como base para presentar algún objeto decorativo de valor.
La tabla muestra una estética plenamente barroca. La rigidez y la simetría de la talla, como también la decoración del tablero, donde hay una baraja de cartas española, son dos de los aspectos que nos indican que se trata de un mueble realizado en un taller del país, posiblemente en la zona castellana o aragonesa.