El género de la naturaleza muerta obtiene una gran aceptación en la corona hispánica a lo largo de este periodo, a modo de pintura amable y decorativa. Sin embargo, también puede encarnar el simbolismo de la vanitas: la reflexión sobre la inutilidad de los placeres mundanos frente a la certeza de la muerte.
La colección de cerámica y de mobiliario evidencia la aparición de nuevas formas que vienen a satisfacer las distintas necesidades surgidas en la sociedad de la época. Cómodas, muebles escritorios, espejos y elementos de vajilla y ornamentación son la demostración de los cambios que manifiestan una nueva idea de la vida doméstica.