El poblado y la necrópolis de La Pedrera están ubicados en la zona limítrofe entre los términos municipales de Vallfogona de Balaguer y Térmens. La necrópolis, uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de las tierras de Lleida, se encontraba a unos 200 metros del poblado y estuvo activa desde el siglo XI hasta el IV a. C., coincidiendo ya con el período de dominio de los ilergetes.
La necrópolis fue descubierta en 1958 a raíz de unos trabajos de nivelación de tierras que la echaron a perder totalmente y que provocaron un destrozo irreversible. No pudo realizarse una excavación en extensión, y únicamente pudieron ser recuperados algunos materiales que demuestran la gran relevancia del yacimiento. Algunas de las tumbas más tardías nos ilustran sobre el poder y la magnificencia alcanzada por los caudillos de aquella época. Sus cenizas fueron depositadas en el interior de urnas, y a su lado fueron hallados objetos de lujo, cerámicas de importación y armas. Incluso se localizaron restos de algunos caballos con todos sus arreos. Eran tumbas de príncipes guerreros que incluían materiales importados de distintos lugares del Mediterráneo y de Europa.