Definimos el tió como un tronco grueso que por Navidad, y a base de golpes de bastón proporcionados por los niños, fingimos que caga dulces y otros regalos.
Días antes, los niños le llevan comida para alimentarlo. Para esconder los regalos, generalmente se envía a los niños a otra estancia de la casa, por ejemplo a mojar el bastón. A continuación, los niños golpean al tió por turnos o juntos al ritmo de una canción o un verso, de los que existen múltiples variantes.
El acto de hacer cagar el tió, tradicionalmente en Nochebuena, constituye una gran fiesta para pequeños y mayores.