En el huerto del museo se cultivan todo tipo de verduras y legumbres, así como árboles frutales y plantas aromáticas y medicinales.
El huerto del MVR está pensado para ser trabajado mediante el método de parades en crestall (atajadero o caballón). Una parada en crestall es un sistema ideado para obtener la máxima producción utilizando la mínima superficie de tierra y el mínimo consumo de agua y de trabajo de siembra, y sin emplear productos químicos ni semillas genéticamente modificadas. Es un método ideado por el mallorquín Gaspar Caballero de Segovia.
Podríamos definir el crestall como la cobertura de compost que se coloca sobre el bancal, sin mezclar con la tierra, como si se tratase de un manto orgánico. Esta franja de tierra no debe ser removida ni pisada. La hojarasca que cubre la tierra va descomponiéndose sobre la superficie y, poco a poco, va desintegrándose. Así distribuye las sustancias húmicas hasta alcanzar las raíces de las plantas para nutrirlas. Además, este manto orgánico sirve para mantener la humedad y promueve la creación de una rica vida edáfica con gusanos y microorganismos, que son los encargados de facilitar que la materia orgánica se transforme en humus asimilable.