Los campesinos han sido, históricamente, un motor de desarrollo de las economías mundiales. Estudios recientes afirman que los campesinos seguirán siendo los principales responsables del cuidado de la Tierra y de la salud de los seres humanos. En este sentido, el papel del mundo rural será clave para resolver algunos de los grandes retos del presente y para empezar a dibujar un futuro mejor. Se dice que el campo deberá saber trazar nuevos itinerarios que concilien producción, calidad, medio ambiente, economía y sociología. Pero también hay que reconocer que, sin una nueva cultura agraria y sin una nueva mirada hacia el mundo rural, no hay nada que hacer.
Las conclusiones de los expertos insisten en que nuestra salud y la sostenibilidad del planeta penden de un hilo muy fino. Un hilo que está en nuestras manos y que pasa, ante todo, por la valoración, la apreciación y el respeto de los entornos rurales.
La visita al museo acaba con un caleidoscopio que simula la inmensidad del mundo. Consciente de todos estos retos, el MVR ha expuesto distintas visiones sobre el tema con el ánimo de contribuir a un debate que, a lo largo de las primeras décadas del siglo XXI, seguirá plenamente vigente.