El primero de los audiovisuales, de los treinta que se proyectan en el museo, es el que se exhibe en la Sala Prólogo. Este audiovisual explica, a grandes rasgos, cuáles son los cambios que se han producido en el campo desde hace un siglo.
Y es que no siempre llevar un plato lleno a la mesa ha sido tan fácil como lo es ahora. La vida, en el mundo rural, siempre era difícil y precaria. Prácticamente todo lo que se hacía, a la corta o a la larga, era por imperiosa necesidad de subsistencia. El esfuerzo, la paciencia y el ahorro han sido protagonistas de la vida en el mundo rural hasta nuestros días.
Durante la visita, se muestra cómo vivían y trabajaban nuestros abuelos, y el mundo y la cultura que compartieron y transmitieron.
También se muestra cómo, con la industrialización del campo, todo este mundo rural cambió y fue transformándose hasta llegar al presente: un presente urbano. Un presente que, ahora, reclama nuestra complicidad para reparar la profunda huella que hemos dejado sobre el territorio.
El mundo rural ha legado un patrimonio cultural, tecnológico, biológico, económico y paisajístico inmenso, que este museo quiere poner de relieve.