La cogedera, utensilio imprescindible en cualquier casa de campo, se utilizaba para recoger la fruta madura de los árboles.
En Castellbisbal, los cultivos de los árboles frutales fueron muy importantes, sobre todo tras la crisis de la filoxera. En aquel momento, muchos campesinos tuvieron que diversificar la producción para compartir el protagonismo de la viña con la fruta.
Indicativo de este aumento fue el nombre que recibió la población durante el año 1937, Fruiters (Fruteros). Y es que, con motivo de las sublevaciones, se cambiaron las denominaciones de municipios que estuvieran relacionadas con la religión.