Espacio destinado a la práctica de la búsqueda de oro artesanal con batea, un instrumento utilizado a lo largo de la historia para la extracción manual de oro u otros minerales de interés económico de los ríos auríferos y las minas.
El espacio está precedido por un gran mural ilustrado con leyendas e historias inspiradas en la búsqueda y el valor del oro, como la del rey Midas o la de los tesoros del conde Pedro de Urgell. Por unos instantes, se puede vivir la aventura de los auténticos buscadores de oro del Segre.
Con la batea, un poco de arena aurífera y la ayuda del agua de los lavaderos, se aprende la técnica para separar las partículas de oro de la arena. Al cabo de un rato, la paciencia se transforma en emoción al vislumbrar unas pequeñas partículas doradas que aparecen entre la arena removida por el agua. Poco a poco, estas pepitas de oro quedan depositadas en el fondo de la batea, de donde son fácilmente recuperadas. La recompensa de toda esta experiencia vivida es poder llevarse a casa el oro hallado.
Se trata de una actividad única, emocionante e inolvidable que transporta a las épocas doradas de explotación del oro en el río Segre.