El panteón funerario de Ermengol IX permaneció en su emplazamiento original, en la iglesia de Santa Maria de Castelló de Farfanya, hasta la Guerra Civil Española. En aquel momento, a raíz de las revueltas de 1936, el templo fue incendiado y destruido. Posteriormente, el panteón fue trasladado a Lleida, donde acabó formando parte de la colección del Museo Diocesano. A finales de los años sesenta del siglo XX, fue robado de la Catedral Vieja, donde se conservaba, y fue exportado ilegalmente. Por último, en 1975 fue vendido al museo The Cloisters de Nueva York, donde se conserva en la actualidad.