Comparadas con las guitarras románticas posteriores, las guitarras barrocas eran más pequeñas y tenían una caja más estrecha y con curvas más suaves. Solían tener cinco órdenes de cuerdas dobles. Pero los diseños variaban en función del constructor y la procedencia: las italianas, francesas y alemanas solían tener una decoración más lujosa, mientras que las españolas eran más sencillas. Esta guitarra tiene la tabla armónica decorada con incrustaciones de marquetería de nogal con dos leones.