En África Ecuatorial se han conservado estructuras musicales relacionadas con tradiciones antiguas en las que el ritmo es el elemento básico. Un abanico variadísimo de instrumentos membranófonos e idiófonos nos ofrecen un paisaje musical diverso y único. En el mundo islámico, la tradición musical se formó a partir de estilos e instrumentos que las diferentes migraciones difundieron hacia Oriente Próximo y el Mediterráneo. En la música árabe actual, los criterios melódicos y rítmicos se basan en estructuras fijas a partir de las cuales se improvisa. La música tradicional en la India y Nepal procede de una actitud creativa en el «presente inmediato». Los instrumentos han desarrollado la producción de sonidos rítmicos (tabla), melódicos (vina y sitar) y de soporte acústico (tambura). En China, la interacción entre las culturas de diferentes etnias a lo largo de 4000 años nos ofrece un panorama en el que predomina la gama pentatónica. En la antigua China aparece la primera clasificación de los instrumentos a partir de los materiales de construcción. En Japón, la música tiene unos instrumentos característicos activos hoy como acompañamiento de las danzas de origen religioso (shinto) y del drama musical (noh). En América Latina, la llegada de las guitarras propició la aparición del charango del Altiplano o el cuatro de Puerto Rico.