La reconstrucción que se expone es fruto de la colaboración entre la ciencia y arte. Las proporciones del cuerpo del dinosaurio se han obtenido a partir de los diversos huesos recuperados, calculando cuál debía ser el tamaño real de las piezas no encontradas. La forma y disposición de los pies se ha concretado gracias a las numerosas huellas fósiles que dejaron estos animales. En último lugar, aspectos como la forma del cráneo o el aspecto de la piel se han basado en fósiles de otras especies de dinosaurios muy próximos al Pararhabdodon.