Un hecho muy común en las casas del Pallars Jussà es la existencia de una estancia bajo tierra, la bodega, donde se producía y almacenaba el vino. En esta sala de la planta baja se puede ver, a través de un cristal de protección, la tina o trujal, donde se pisaban las uvas. En la bodega todavía se conserva una bota de gran tamaño.