Hace aproximadamente 70 millones de años, en la Era Secundaria, dentro del Mesozoico y concretamente en el Cretáceo superior, la tierra era muy diferente de actualidad ya que la Conca Dellà era una llanura abierta al mar con un clima suave y vegetación abundante, cuando los Pirineos apenas empezaban a alzarse. Justamente durante este período es cuando se ubican los restos de dinosaurio que se han encontrado en esta zona.
Los descubrimientos de fósiles de dinosaurios en Cataluña son relativamente recientes; el primer hallazgo de un hueso de dinosaurio fue en la presa del embalse de Sant Antoni, en Tremp (Pallars Jussà), en 1927. Durante los años 40, se llevaron a cabo algunos descubrimientos aislados, pero es durante la década de los 50 y 60 cuando investigadores alemanes y franceses, en colaboración con el Instituto Lucas Mallada de Madrid, llevaron a cabo los descubrimientos más importantes.
A principios de 1980, después un tiempo sin excavaciones, un nuevo equipo, formado por investigadores del Instituto de Paleontología de Sabadell y de la Universidad Autónoma de Madrid, retomó los estudios en esta zona.
Desde el año 2001 un grupo de científicos del Museo de la Conca Dellà, el Instituto Catalán de Paleontología y la Universidad Autónoma de Barcelona, ha retomado las excavaciones y los estudios, tanto en yacimientos que ya se conocían como en otros nuevos.
Los hallazgos más significativos se pueden ver en esta sala, así como la reproducción a tamaño real del Pararhabdodon isonensis.