Subiendo por la escalera del tiempo, gracias a una serie de fotografías y figuras, visitante se verá transportado dos mil años atrás, cuando Isona era una importante ciudad romana del interior de Cataluña.
La sala dedicada a los romanos permite seguir un recorrido cronológico de la evolución de la ciudad romana de Aeso, la actual Isona. Se inicia la visita con la explicación del precedente ibérico y el posterior asentamiento de un campamento militar romano, alrededor del 120 a.C. Continúa con la fundación de la ciudad entre año 100 a.C. y el 80 a.C., que evolucionará hasta inicios del siglo II d.C., su momento de máximo esplendor. A partir de finales del siglo III d.C. empieza su declive, hasta desaparecer del todo durante el siglo V d.C.
Destacan el elevado número de lápidas epigráficas romanas que se han encontrado en la zona. Una de ellas habla de Lucio Emilio Paterno, un aesonense ilustre. Nacido en una rica familia de Aeso a finales del siglo I d.C., Lucio deja la ciudad siendo muy joven, para seguir la carrera militar. Años después, destaca en su oficio hasta llegar a ocupar importantes cargos, como el de centurión en diversas legiones, y participa en campañas militares en Dacia, la actual Rumania, y en Partia, al norte de Irán. El emperador Trajano lo condecora en diversas ocasiones por el gran valor y fidelidad demostrados en sus acciones.