Esta obra, atribuida a Ribera, es el exponente de un barroco naturalista inspirado en el tenebrismo de la obra de Caravaggio. La brillante blancura del pecho, rostro y extremidades contrasta con el negro de la túnica, los grises de los fondos de la composición y el bermellón del manto. En la parte inferior izquierda, aparece, entre la oscuridad, el águila, símbolo de inspiración para el santo, que ha recibido el importante reto de escribir el libro de la Apocalipsis en la isla de Patmos.