Silla con asiento cóncavo liso. Exteriormente, está totalmente decorada con espacios en retícula enmarcada por hojas de acanto, dejando en el centro del respaldo un espacio ocupado por un escudo. El tipo de trabajo con hierros decorados procede del campo de la encuadernación artística, de la que se conserva un interesante ejemplo: un libro regalado por la reina Carolina de Nápoles en 1783 al gran duque Maximiliano de Colonia.
Este asiento se colocaba sobre las góndolas durante las festividades. Deriva directamente de los seggiolone da parata, asientos de representación dispuestos en todas las iglesias venecianas para las eventuales visitas del Dogo.