Lápida funeraria de una niña llamada Lesbia, muerta a los once años. Es un texto excepcional que aparece dialogado y redactado en verso, de los pocos que se conocen en todo el mundo romano con estas características. La inscripción debía formar parte un monumento funerario no documentado. Por los rasgos epigráficos se puede datar esta inscripción entre finales del siglo I d. C. e inicios del siglo III d. C. Tanto la madre, Servila Prepusa, como la hija, Lesbia, tienen nombres de raíz griega.